Nuestra historia

EL HILO ROJO DEL DESTINO

Dicen que hay un hilo rojo invisible que conecta a las personas destinadas a encontrarse. Puede tensarse, enredarse, estirarse hasta el infinito… Pero nunca romperse. 

Durante años, ese hilo nos tuvo jugando al escondite. Caminábamos por las mismas calles sin vernos, compartíamos amigos sin cruzarnos, estábamos tan cerca… Pero no era el momento. El destino, travieso como es, tenía su propio plan. 

Y entonces, un día cualquiera -como empiezan las mejores historias-, nos miramos. Y todo tuvo sentido. Supimos que ese hilo rojo había estado trabajando horas extra para unirnos. Que todas las vueltas, los casi y los quizás, nos habían llevado exactamente a ese instante. 

Desde entonces, no hemos dejado de reír, de bailar sin ritmo, de hablar hasta quedarnos dormidos, de planear aventuras (y alguna que otra locura). Y ahora, vamos a dar el gran paso: celebrar que sí, éramos el uno para el otro desde el primer nudo invisible.

Nos encantaría que nos acompañaras en este día tan especial, porque el amor, cuando es de verdad, merece una gran fiesta.